Este 25 de noviembre, Día Internacional de Lucha en Contra de Violencia hacia las Mujeres, el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), continúa denunciando la dictadura criminal de los Ortega-Murillo, que ha cometido crímenes de lesa humanidad, como bien lo confirman todos los mecanismos protectores de derechos humanos. Vivimos en una Nicaragua, donde la violencia y graves violaciones a derechos fundamentales y libertades continua, donde organizarse, opinar o manifestarnos está prohibido. La impunidad sigue siendo el referente machista y en lo que va del año 67 mujeres han sido víctimas de femicidio, 47 en Nicaragua y 20 que residían en el extranjero. Hay que agregar los femicidios en grado de tentativa.
Las diferentes expresiones de violencia siguen aumentando, a julio 2023 el Instituto de Medicina Legal reportaba en sus boletines 3,083 casos atendidos en 7 meses y el año pasado reportaron 5.042 casos a diciembre 2022. Esta situación se agrava por la desprotección de las víctimas quienes tienen que presentar su denuncia ante instituciones que no tiene personal especializado, que refuerzan un discurso oficialista que privilegia por sobre los derechos la Unidad familiar.
Aunque el discurso oficial pretende vender la falsa imagen que Nicaragua es un país donde se respeta la igualdad y la equidad de género, la realidad es que las mujeres que ocupan cargos institucionales no pueden opinar, ni decidir de forma autónoma, sino que solo pueden obedecer y ejecutar las ordenes incluyendo aquellas que violentan derechos de la ciudadanía y la propios derechos de las mujeres.
En Nicaragua continua la persecución política contra las personas que son estigmatizadas como opositor o defiendan derechos, actualmente hay al menos 17 mujeres que están reconocidas como presas por razones políticas, aunque sus familiares las mantienen en el anonimato para evitar más represalias contra sus familias, todas siguen siendo n sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes, sin derecho a patio sol, aisladas de otras presas comunes, sin atención en salud y graves riesgos para sus vidas.
El MAM, reafirma su compromiso de seguir denunciando la violencia en contra de las mujeres nicaragüenses, demandando libertad para las presas políticas. Seguimos comprometidas por construir un país donde se respeten la institucionalidad, las leyes y tengamos garantizado todos derechos.
¡Democracia Sí, dictadura No!
25 noviembre de 2023.